Por Diego A. Alvarez
Mi primer destino en mi segundo viaje a Europa fue Lisboa, y, a pesar de que no estaba dentro de mi itinerario, me encontré para mi sorpresa de casualidad con el Museu do Dinheiro.
El Museo fue inaugurado hace relativamente poco (2016), se encuentra dentro de la antigua iglesia de São Julião, y está dedicado enteramente al dinero en sus distintas expresiones, desde su origen hasta nuestros días.
Al ingresar, en uno de los laterales del hall de entrada, se observa una típica puerta de bóveda bancaria, en cuyo interior se encuentra la tienda del Museo, y un lingote de oro de 2.5 libras dentro de una caja fuerte, a la que se invita expresamente al visitante a tocar.
En el hall central, sobre una mesa, se encuentran apoyados elementos que han sido utilizados históricamente como formas de dinero premonetarias: ganado, semillas, anillos, etc.
Subiendo hacia el primer nivel, nos encontramos con la primera sección de numismática, que en este caso correspondía al origen de la moneda y la moneda antigua.
Atravesando dicha sala, nos encontramos con la primera experiencia interactiva: una pantalla gigante que mostraba un planisferio, y con el cual, utilizando 3 palancas, se podía ubicar geográfica y temporalmente en un contexto y visualizar las emisiones monetarias de esa época.
Las salas exhiben colecciones de épocas específicas (dinero pre-monetario, origen de la moneda, moneda griega, romana, bizantina, medieval, etc.) que se acercan cronológicamente a la actualidad conforme uno avanza en su recorrido.
En el segundo piso nos encontramos con la segunda experiencia interactiva: nuevamente, una pantalla que ocupaba toda la pared de una sala, pero esta vez lo que salía de ella era el reflejo de quienes caminaban por la misma. Había cámaras que captaban nuestro paso, y al mismo tiempo, con realidad aumentada, nos permitía manipular monedas que se encontraban sobre nuestras cabezas, utilizando la tarjeta de acceso al Museo.
De esta manera, se podía interactuar con ellas, haciéndolas girar, rotar, agrandar, etc.
Alcanzamos posteriormente el tercer piso del Museo. Allí se encontraba el área de moneda moderna, en donde no solo se podía contemplar todas las emisiones modernas hasta el actual Euro, sino que tenía dos secciones que valen la pena mencionar. La primera era sobre falsificaciones, en las que comparaban piezas falsas con auténticas, y el visitante podía realizar in situ su análisis con elementos de aumento óptico e iluminación en diferentes longitudes de onda que brindaba el propio Museo.
Otra sección estaba dedicada exclusivamente a formas de producción monetaria, tanto antiguas como modernas, presentando incluso los diseños y elementos de los billetes Euro en cada una de sus etapas de producción.
En este mismo piso, además, se podía interactuar con dos máquinas que tomaban una foto del rostro del visitante, y le brindaban formato de emisión de moneda y billete virtual.
Si bien este moderno museo no poseía una gran colección de piezas –en comparación con otros importantes museos–, lo que más sorprendió fue su interactividad. Ofreció formas muy entretenidas y creativas de aprender sobre numismática e historia económica, mientras se visualizaban las colecciones del Banco de Portugal.
¡Ah! Y algo muy importante de mencionar: su ingreso es libre y gratuito 🙂
Copyright secured by Digiprove © 2019 Diego Alejandro Alvarez